Barlovento está herido de muerte

La fuerte custodia militar y policial en la morgue de Bello Monte continuó ayer hasta las 11:00 am cuando 9 de los 12 cadáveres de las víctimas de la masacre de Barlovento fueron entregados a los familiares que desde el domingo se concentraron en la sede del Servicio de Medicina y Ciencias Forenses para someterse a las pruebas de ADN, en aras de cotejar las identidades de los cuerpos. Aún quedan tres muertos que no han sido retirados porque la avanzada descomposición ha dificultado el reconocimiento.Los cuerpos fueron intro ducidos en ataúdes sellados y trasladados en seis furgonetas hacia los cementerios. Cuatro de las víctimas fueron sepultadas en Capaya, dos en El Junquito, uno en Mamporal y los otros dos en Jardines del Cercado, en Guarenas. Allí llevaron los restos de Carlos Gabriel Marchena, de 20 años de edad, quien vivía con su madre, su esposa e hijos en el sector La Peica, en Barlovento.Esta zona no quedó exenta del operativo militar que comenzó el 7 de octubre en la región para acabar con la criminalidad en la zona. Desde ese día, según Pedro Silva, tío de Carlos Marchena, se impuso un toque de queda en la población. Silva relata que los militares instalaron alcabalas en las entradas y salidas de las calles, así como puntos de control e hicieron allanamientos. Entraban a las casas sin orden judicial y con tono déspota pedían identificación a los ocupantes.A algunos los montaban en la patrulla y los llevaban al comando de El Café. También detuvieron a muchos que veían parados en las aceras, con el argumento de que cumplían órdenes presidenciales.El 15 de octubre su sobrino Carlos no se salvó de los arrestos masivos que se registraron durante el despliegue. Eran las 5:00 pm y estaba reunido con su madre, su hermana y unos primos en el porche de su casa cuando se les acercaron 10 funcionarios del Ejército. Les pidieron las identificaciones y dijeron que se trataba de una OLP. A mi sobrino se lo llevaron detenido junto con su primo al comando de El Café. Al primo de Carlos lo liberaron tres días después del arresto, pero a mi sobrino lo mantuvieron arrestado. Al igual que ocurrió con los otros 11 detenidos, nos dijeron que había sido trasladado al fuerte Chaguaramal en Cúpira. Pero allí notificaron que no se encontraba.En el caso de Carlos Gabriel Marchena, sus parientes acudieron al Cicpc de Barlovento y a otras instancias. Los familiares nos unimos para un mismo fin: encontrar a nuestros seres queridos. Pero no fue fácil...

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