Basta de promesas

Como quisieran los venezolanos ser tratados como iguales, tener acceso a la vivienda, a las divisas, al vehículo, a los medicamentos, a los productos de consumo; es decir, mercados con adecuada oferta en un país con empleo e inflación controlada. Para nadie es un secreto que en nuestra Venezuela actual tenemos una de las más altas inflaciones del mundo y que nuestros mercados están deprimidos. Nos cuesta encontrar en los anaqueles algún producto alimentario; ¿qué podemos decir del acceso a la vivienda, con un faltante de casi 3 millones de unidades; o de vehículos, si por cada 10 automóviles que se producen hay 1.000 personas esperando comprar uno? Un país lleno de ineficientes controles, donde en algunas regiones hay que tener un chip para poner gasolina y el consumo de electricidad no pue de sobrepasar un cupo determinado, al igual que el cupo para viajar. Paradójicamente, esas defi ciencias en los niveles de calidad de vida del venezolano se han convertido en banderas políticas. Pareciera que mantener viva esta realidad generara mayores oportunidades para hacer promesas que nunca se terminan de cumplir, pero man tienen vivo el sueño de que los...

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