Las batallas legales y el estilo Pacheco de calumniar y difamar

C uando apareció en El Nacional el primer ataque contra mi persona Morir en ma nos del médico me comuniqué con un Juez llamado Alirio Abreu Burelli, en busca de alguna asesoría u orientación. La recomendación del Dr. Abreu Burelli fue que solicitara un recurso de Amparo.Era muy joven, muy reciente, la Ley de Amparo Constitucional, y el doctor Abreu Burelli me recomendó que me comunicara con uno de sus más profundos conocedores, el abogado Carlos Escarrá Malavé. Hablé de inmediato con Escarrá y al día siguiente ya habíamos introducido un recurso de amparo.El objeto de ese recurso de amparo era evitar que el periódico continuara la campaña en el primer texto ya se anunciaba que la agresión continuaría, tratar de que detuvieran el ataque contra mi persona. Pero el juez correspondiente no tomó una pronta decisión y las publicaciones continuaron. Tres meses después una jueza superior dictaminó que estaba fehacientemente demostrado que había una violación de mis derechos.Pero el daño ya estaba hecho, porque los cinco textos fueron publicados y ya sus efectos se estaban sintiendo en mi vida profesional, social y familiar.Cuando obtuve esa sentencia a mi favor acudí a la sede de El Nacional y solicité hablar con su editor, Miguel Henrique Otero, quien me recibió en su despacho. Allí le entregué una copia de la sentencia y le solicité que la publicara en el periódico para resarcir de alguna manera mi honor. Su respuesta fue: Yo no le voy a publicar abso lutamente nada. Vaya a defenderse en los tribunales, pero yo no le voy a publicar nada.Allí terminó nuestra reunión.Ante la negativa del director y dueño del periódico Miguel Enrique Otero, de concederme el derecho a réplica escribí en un texto mi defensa, lo llevé a El Nacional para que lo incluyeran como espacio publicitario, como un aviso desplegado pagado por mí; es decir, cancelé el costo de la pu blicación 108 mil bo lívares para la época para publicarlo como un remitido. Al día siguiente revisé el periódico y me encontré con que no habían publicado el remitido. El Nacional me devolvió el dinero cancelado para su publicación, manifestando por escrito que no habían publicado el remitido, porque afectaba los interese de El Nacional, negándose así a concederme mi derecho a réplica.Ensañamiento marca Ibéyise Pacheco Las primeras cuatro en tregas de la campaña escritas y firmadas por HERCILIA GARNICA MEZA, joven e inexperta periodista, utilizada por la autora intelectual de esta aberración...

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