Ben Affleck, de los romances al cine político

Hace un año, George Clooney atrajo todas las miradas como actor y director con Los secre tos del poder, el filme de temá tica política más comentado de todo el Festival de Cine de Toronto. Doce meses después, en este caso como productor de otro filme de alto perfil político, Clooney ejecuta un juego de postas casi perfecto y le entrega el lugar de privilegio a otro galán que también viene dando muestras de enorme talento como realizador. Con Argo, cuyo estreno mundial acaba de producirse en Toronto, Ben Affleck ratifica elogios muy bien ganados en sus películas anteriores Desapareció una no che y Atracción peligrosa y se posiciona como el primer gran protagonista de la carrera hacia el Oscar. Todo indica que, llegado el momento, cosechará varias nominaciones. Argo parte de un hecho real de gran resonancia en su momento: la toma de la Embajada de Estados Unidos en Teherán a finales de 1979 por parte de seguidores del ayatolá Jomeini y su república islámica. Allí quedaron confinados durante 444 días como rehenes varios empleados de la embajada. Sin embargo, 6 de ellos lograron escapar y refugiarse en la sede diplomática de Canadá. Lo que Affleck cuenta es la operación para rescatarlos ideada por un agente de la CIA llamado Tony Méndez, que se mantuvo secreta durante 18 años. Ese plan consistió en convencer a los iraníes acerca del interés de una productora de Hollywood por rodar en Irán un filme de ciencia ficción llamado Argo y hacerles creer que los refugiados forman parte de ese proyecto, lo que abre la puerta de la posible escapatoria. Suspenso. La película es otra demostración de la...

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