Bouazizi encendió el mundo árabe

El mediodía del 17 de diciembre Tareq al Tayyub Mohamed Bouazizi, armado con su indignación y un pote de gasolina, puso en jaque a varios gobiernos árabes y, sin saberlo, encendió la mecha de las revueltas árabes que 6 meses después siguen vivas.

Ante los abusos de la policía, el verdulero de 26 años de edad se quemó a las puertas del ayuntamiento de Sidi Bouzid, en protesta por las condiciones de vida de los tunecinos.

Bouazizi no fue un ideólogo o estadista. Era un comerciante que trataba de mantener a su madre y seis hermanos. No tuvo una vida fácil. Se ha dicho que poseía un título universitario en informática, pero resulta improbable pues, como dijo su hermana Samia, desde los 10 años de edad tuvo que trabajar para mantener a su familia. Su padre falleció cuando tenía 3 años y su tío cayó enfermo años después.

"A pesar de la precariedad en la que se hallaba Âen Sidi Bouzid la tasa de desempleo es superior a 30%Â, era conocido por regalar frutas y verduras a los más pobres", recordó uno de sus amigos a la cadena Al Yazira.

Desde niño Bouazizi lidió con el abuso policial. Ese 17 de diciembre de 2010, como en varias ocasiones, la policía intentó quitarle el carro que utilizaba para vender sus productos.

Los lugareños aseguran que los organismos de seguridad suelen molestar a los comerciantes para obtener sobornos.

Bouazizi se negó por lo que la oficial municipal Faida Hamdi lo abofeteó y le confiscó el carro por "no tener licencia" para vender.

Humillado, intentó hablar con el gobernador de la región para que le devolvieran sus balanzas y su mercancía. Ante la negativa del funcionario de darle audiencia, se prendió fuego.

Gravedad.

Con 90% de su cuerpo quemado de gravedad, Bouazizi se convirtió en una figura en el mundo árabe, al ser el detonante de las protestas que movilizaron a las sociedades del norte de África y la península Arábiga.

Temiendo la inestabilidad que provocó la protesta, el entonces presidente Zine el Abidine Ben Alí fue al hospital a visitarlo. Lo halló...

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