Boves en Miraflores

En 1814 no existía la edificación que desde 1901 ha sido con altibajos e inconse cuencia la sede el gobierno venezolano, y mal podía José Tomás Boves instalarse en el Salón de los Espejos a examinar con su oficialidad los planes y estrategias para alcanzar a Simón Bolívar que había huido a oriente, en una desfachatada emigración que costó tantas vidas y calamidades. Las huidas son derrotas, no simple acumulación de fuerzas para el próximo combate.El 8 de febrero, tres días des pués de la derrota del patriota Campo Elías en La Puerta, el Libertador, firmó en Valencia, dentro de los parámetros del Decreto de Guerra a Muerte, la orden de pasar por las armas a los realistas presos: más de 800 canarios que permanecían en las bóvedas de la comandancia de La Guaira y en el hospital.Temían que se sublevaran y se adelantaran a Boves y desmantelaran la república sin misericordia alguna.En sus 15 días en Caracas Boves no fue tan salvaje como en Valencia, se limitó a hacer uso del poder y designarse «Comandante General del Ejército Español». Dejó a Juan Nepomuceno Quero y al marqués de Casa León como autoridades y siguió a oriente a su cita con la muerte en Urica, mientras personajes como el zambo Palomo, despreciable por sus obras y costumbres, ofrecía protección a las mozas y...

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