Brasil, fin de una era

La presidenta Dilma Roussef no ha robado, no ha sido salpicada por los escándalos de corrupción, ni tampoco que se sepa ha espiado a sus enemigos o violado los derechos humanos.Sin embargo, el jueves fue apartada del poder por 180 días, y será sometida a un juicio político de destitución por un Senado que tiene a 80% de sus integrantes en investigaciones que van desde corrupción hasta inasistencia alimentaria. Su delito: maquillaje de cuentas públicas, que es, a juicio de ella, una falta administrativa menor.Pero su gobierno ha sido sa cudido por los más pavorosos escándalos de corrupción, que han envuelto a miembros de su más cercano entorno político, entre ellos su mentor, el carismático Lula da Silva.A esto se añade que la sexta economía mundial va rumbo al desbarrancadero, con una contracción de 3,8% al cierre del año pasado, un desempleo de 10,9, una inflación de 9,28. La popularidad de Dilma...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR