Cuando todos éramos buenos

Aprovechando las fiestas pascueras Âluego de varias décadas ausente regresamos a nuestro lar nativo marabino contraviniendo la infalible sentencia de la escritora Teresa de La Parra, quien nos alerta de no volver a posar los recuerdos sobre las cosas que por ley varían, sino dejarlos en nosotros mismos donde permanecerán por siempre invariables. Donde antes había una ex planada que nos servía de polideportivo, ahora hay disímiles edificaciones. Caminar por aquellos sitios que fueran mudos testigos de nuestras correrías juveniles, así como recordar amoríos ruborizados por el candor de la primera vez, nos extasió con los más hermosos recuerdos. El reencuentro con otrora amigos y conocidos, mostrando en su faz el irremediable paso del tiempo, pero reviviendo con detalles mínimos aquellas amenas anécdotas guardadas en lo más íntimo, nos conmovió profundamente entre penas y...

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