Búfalos de agua ¿el nuevo oro negro?

C uando Custodio Cedeño, empleado de La Guanota, preparó un queso de mano con le che de búfala que resultó sorprendentemente superior al elaborado con leche de vaca, Pablo Moser Guerra, uno de los propietarios del hato apureño, se percató del valor futuro de sus animales y poco tiempo después, viajó con su hermano León a Trinidad para adquirir más búfalas. El testimonio, citado por Otto Gómez Pernía en Búfalos de agua en Venezuela, es una referencia significativa en la historia nacional de una especie que algunos vislumbran como un importante rubro de exportación en los años venideros.En las páginas de este libro, el autor nos descubre la saga de los emprendimientos exitosos en torno al búfalo, su alto potencial productivo y reproductivo en esta geografía y su capacidad para producir más carne en menor tiempo y a más bajo costo que el ganado vacuno. A diferencia de este último, que es consecuencia de un histórico y secular proceso de adaptación, la ganadería bubalina en Venezuela es el resultado de la visión y el esfuerzo sostenido de un grupo de empresarios, que vieron en estos animales una gran oportunidad para el desarrollo, la diversificación y el crecimiento de la actividad pecuaria. Moser, Reggeti, Ulivi, Hernández, Coirán, Pluchino, Mendoza, Consalvi, León, Morán, Dávila, Ocando, Duhau, Merle, Indriago, Müller son apellidos que identifican a pioneros en la importación y cría de búfalos, iniciativa en expansión que exhibe logros tangibles en menos de cinco décadas.Aunque la carne bubalina...

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