Buscan rastros de 7 desaparecidos en Amuay

Desaparecieron varios civiles y un militar. En El Campito, una zona residen cial que estuvo destinada a los militares del Destacamento 44 de la Guardia Nacional en el Centro de Refinación Paraguaná, persiguen evidencias debajo de los escombros. Es una faena que congrega durante 12 horas diarias a detectives, fiscales, bomberos, sabuesos, expertos forenses y familiares de los extraviados en la explosión de Amuay. La búsqueda comenzó el martes pasado con una lista de ocho personas: Carmen Acosta Vaca, Aníbal José Delgado López, Ana Gabriela Delgado, Ana Karina Delgado, Yelitza Llano, Yuliney Andrea Rivero Labrador, el sargento Yeiber Antonio González Parada y el operador de la planta Alexander González. Al principio se buscaban cadáveres completos, luego se modificó la estrategia. Por el estado en el cual quedaron las casas en El Campito, la remoción de escombros debe ser muy minuciosa. Se examina entre bloques y tierra para identificar posibles restos humanos. Ya interviene la parte antropológica, pues se ha hecho tan difícil como conseguir un fósil, cuenta Engelberth Eduardo Delgado, familiar de cuatro desaparecidos. Él lleva el pulso de la búsque da. Durante seis días ha acompañado a un equipo técnico en el rastreo. El miércoles se redujo el número de desaparecidos con el hallazgo de restos biológicos de Acosta, de 15 años de edad. Los parientes de los Delgado ÂAníbal, Yelitza, Ana Gabriela y Ana Karina continuaron sin aportar pistas. Estaban de paseo. La familia Delgado López, residenciada en Puerto Ordaz, fue a El Campito para visitar al matrimonio Eduardo Rivero y Neira Labrador que vivían con su hija Yuliney Andrea Rivero, de 9 años de edad. Supe por la llamada telefónica de un amigo que mi hermano Aníbal estaba allí en el momento de la explosión. Me dijo, el sábado en la mañana, que estaba preocupado porque él iba a quedarse el fin de semana en casa del militar Rivero, un amigo que no veía desde hace 14 años. No tenían ni 12 horas en Punto Fijo cuan do ocurrió el estallido, recuerda Engelberth Delgado. El cadáver por identificar fue el del sobrino: Engelberth Alexander Delgado Llano, de 20 años de edad, recién graduado como piloto privado en la Academia Aeronáutica Aeropotoco, en Charallave. Se confirmaba la desgracia: la familia estaba en...

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