Busco que el compositor me hable desde el papel

A principios de 2010, Joshua Dos Santos sentía que su carrera como director de orquesta estaba en un bajón. Tanto así que decidió ponerse una fecha límite. Si ese momento llegaba, abandonaba su camino y se dedicaba a otro quehacer, quizás a la radio Âes comunicador social graduado en la Universidad Arturo MichelenaÂ. Justo cuando la cuenta regresiva llegaba a cero, recibió una carta en la que se le informaba que había sido escogido como becario de la Filarmónica de Los Ángeles. A Dos Santos se le han pre sentado las oportunidades casi de manera providencial. Primero, cuando tenía 10 años de edad, llegó al conservatorio y pidió un violonchelo creyendo que así se le llamaba a la viola. En lugar de darle ese instrumento pequeño, que se coloca en el hombro y es como la pariente más cercana del violín, le dieron ese monstruo gigante y melancólico, y no le quedó más remedio que tomarlo. Luego se trasladó a Caracas para continuar su desarrollo como instrumentista y en el camino apareció José Antonio Abreu para darle la batuta de la naciente Orquesta Sinfónica Juvenil de Vargas. Fue una bella experiencia que me ayudó a entender la verdadera esencia del sistema de orquestas, expresa el director, con ritmo pausado, sentado en una oficina en el Centro de Acción...

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