Cambios en la piel pueden ser una alerta temprana de lesiones cancerosas

Hay lunares de todo tipo. Algunos son coquetos, como puntos dibujados con un pincel en un lugar preciso; otros son tan peculiares que caracterizan a las personas. Pero un lunar también puede ser la señal de que algo no anda bien en la piel que, como el corazón, el hígado y el páncreas, es un órgano más del cuerpo humano. La piel, al igual que el resto de los tejidos, no está exenta de desarrollar cáncer. La exposición a las radiaciones solares ultravioleta está entre las principales causas de la enfermedad. El sol tiene efectos positivos y negativos. Así como estimula la absorción de vitamina D, la exposición inadecuada a los rayos solares puede producir cataratas visuales, envejecimiento y, por supuesto, cáncer de piel, explica Elda Giansante, presidenta de la Sociedad Venezolana de Dermatología. Existen tres tipos de cán cer de piel: basocelular, espinocelular y el melanoma maligno Âconsiderado como uno de los tumores con más capacidad de hacer metástasis en el cuerpo humano, dice GiansanteÂ. Todos se manifiestan como lunares que, con el tiempo, pueden expandirse pero que siempre crecen hacia el interior del organismo y al llegar a la sangre o a los ganglios pueden hacer metástasis, explica Nahir Loyo, vicepresidenta de la sociedad. Bronceado y quemadura. Giansante explica que tanto las radiaciones ultravioleta tipo A como las del tipo B son igual de dañinas para la piel: No hay diferencia entre el bronceado y la quemadura; ambos son agresiones. El tono oscuro adquirido es una reacción de la piel para protegerse, a través de la producción de melanina. Es un mito que el broncea do es más saludable que el enrojecimiento de la piel; de acuerdo con los especialistas, lo que determina la reacción es la genética de la persona. Los individuos blancos, de cabellos y ojos más claros, son más propensos a quemarse y no dorarse. Y así cambia la reacción a medida de que la persona responde a un tipo genético más...

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