Camila Vallejo

Camila Vallejo es la presidente de la Federación de Estudiantes de Chile. Tiene 23 años de edad. Ha liderado las protestas que desde hace varios meses exigen en el país austral una educación pública gratuita y de calidad. Se expresa bien y sabe promover su causa con argumentos. Por ello ha logrado un liderazgo genuino a nivel nacional. Estudia Geografía en la Universidad de Chile y es militante del Partido Comunista. Resulta gratificante constatar que todavía hay comunistas inteligentes y combativos. Porque en Venezuela ya no se encuentran o permanecen escondidos. Camila es, además, una mujer hermosa. Al verla recordé, aunque por edad pudiera ser mi hija, los siguientes versos de Manuel Machado: El crujir de la falda/ de tu vestido/ es el toque de gracia/ de mis sentidos/ vista, gusto y olfato/ tacto y oído. El protagonismo de Camila Va llejo se debe a que defiende una causa justa que ha sido capaz de movilizar a profesores, estudiantes universitarios y secundarios, padres y representantes, trabajadores y pueblo en general. La dictadura del general Augusto Pinochet realizó una reforma educativa arbitraria basada en los más ortodoxos criterios neoliberales de mercado que prácticamente acabó con la educación pública chilena, una de sus mejores tradiciones. Inicialmente eli minó la autonomía universitaria y le nombró interventores militares hasta a la Pontificia Universidad Católica. Minimizó la intervención del Estado en la educación primaria y secundaria y promovió la educación privada comercial. Con lo que logró eliminar ese gran factor social igualador que ha sido la educación pública en América Latina. Se dejaron algunas escuelas públicas municipales que a los gobiernos locales les era difícil financiar y aseguraban a los sectores más pobres de la población crecer en desventaja. Contra todo eso ahora se eleva la protesta. Antes había permanecido enmudecida porque eran tantos los problemas que la dictadura militar creó o dejó sin resolver que era casi imposible abordarlos al mismo tiempo. Además, la transición a la democracia fue vigilada por Pinochet, cuya Constitución amarraba las manos de los gobiernos democráticos y cu yo control de las fuerzas armadas los inhibía para avanzar en muchas reformas necesarias. La transición a la democracia re sultó en consecuencia un proceso difícil que se realizó paso a paso y con cautela. La...

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