El camino

El domingo 10 de junio, Henrique Capriles hizo todo lo que pudo: recorrió 11 kilómetros a pie, se puso la camiseta vinotinto de la selección de fútbol y cruzó un mar de seguidores que lo aclamaban cerca de la sede del Consejo Nacional Electoral, en el empeño de inscribir su candidatura para las elecciones presidenciales del 7 de octubre. Al día siguiente, cuando aún flotaba la sensación de que la oposición venezolana estaba más fuerte que nunca, el presidente Chávez regresó de su enfermedad devastadora para registrar su postulación bajo los gritos extasiados de las multitudes. Y, como si se tratara de darles un baño de realidad a los seguidores de Capriles, lanzó un discurso desparpajado, de los suyos, que dejó claro por qué puntea en las encuestas. Venezuela...

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