Campañas

Los que pertenecemos a la generación que tuvo que esperar años y años para tener la opción del voto democrático y elegir a los que iban a ocupar puestos clave en el gobierno tomamos cada acto eleccionario como una fiesta. Como nada es perfecto hay que aguantar las campañas electorales, escuchar los distintos lemas y emblemas partidarios, soportar esas caras retocadas con colágenos y botox, y ver cómo, para captar a los sectores mayoritarios, se hacen los populares quienes en realidad son bacanes y ca jetillas, cómo se hacen los intelectuales los que son brutos y básicos, cómo las izquierdas se radicalizan, cómo los radicales se transforman y se mezclan en alianzas de triste recuerdo y cómo todos coinciden en salvar al país sin especificar qué clase de cambio proponen.La educación, la salud, la se guridad están en el tope de las propagandas pero nadie aclara la manera en que se concretarán. Es un vótame y verás, una...

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