La Candelaria bendice al pueblo de Tarma desde hace 405 años

Una escultura de la Virgen de la Candelaria de casi 4 metros se yergue en la entrada principal del pueblo de Tarma, una localidad tranquila donde impera el silencio, localizada a solo 10 kilómetros del casco central de la parroquia Carayaca, en el estado Vargas.A la sombra de la Candelaria, a quien consideran protectora y ejemplo de lucha, Tirsa Benítez, de 55 años de edad, recuerda que son muchas leyendas y milagros que se le atribuyen desde que en 1609 trajeran una imagen de menos de 50 centímetros al pueblo.En tiempos de la Guerra Fe deral hubo una batalla cerca de Tarma. Una mujer morena estuvo en la lucha y luego desapareció. Los vencedores, en agradecimiento, llegaron a la iglesia y el vestido de la virgen estaba lleno de cadillos.Otra historia cuenta que una señora llegó con su niño enfermo al templo y en el trayecto perdió uno de los escarpines.Al postrarse, encontró la pieza a los pies de la virgen y el niño sanó, narró Benítez.La devoción a la Virgencita como la llaman los habitantes de Tarma se ha transmitido de generación en generación y actualmente 200 personas integran la sociedad que cuida la antigua imagen, que fue trasladada al pueblo desde las islas Canarias para la evangeli zación indígena.La escultura es considerada la primera de la Candelaria en Venezuela y no la sacan del altar de la iglesia de Tarma para evitar que se deteriore. Hoy, una imagen de casi un metro, réplica de la original, será llevada por las calles en procesión y otra, más pequeña, recorrerá la zona durante la novena, para celebrar como cada 2 de febrero el día de la patrona.Tradición en riesgo. Sol Mén dez, habitante del pueblo, dijo que comenzaron las festividades el 1º de...

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