Capítulo I: Aproximación epistéica del fenómeno migratorio
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Conflictos jurídicos en el fenómeno migratorio. Derecho a migrar
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CAPÍTULO I
APROXIMACIÓN EPISTÉMICA DEL FENÓMENO
MIGRATORIO
El migrante, es una persona que se traslada de un lugar a otro, con la finalidad de
buscar un bienestar económico, social, personal entre otros. En la actualidad, se puede
decir, que este proceso migratorio, ha ayudado a mejorar la calidad de vida de muchas
personas, que buscan nuevas oportunidades, porque su país de origen no se las
ofrece por diversas circunstancias, entonces, todo esto conlleva a una serie de
acciones que resultan en la medida de lo posible favorables. (OIM, 2018; Rodicio y
Sarceda, 2019).
Para redefinir lo que se plantea, hay que mencionar los diversos conceptos, para ello,
es necesario nombrar a Rodicio y Sarceda (2019). Quienes manifiestan que “las
migraciones son un fenómeno constante que reporta beneficios más allá de los
puramente económicos. Gracias a ellas muchos países han podido modernizarse y
abrirse a la pluralidad social que conlleva recibir personas de muy diferentes culturas”.
(p.12) Lo que expresan estos autores está relacionado con la riqueza de tipo cultural
que experimentan los países con el fenómeno migratorio, que les permite de alguna u
otra manera avanzar en su estructura tanto social, cultural, económica, política entre
otras. En ese sentido, De La Vega (2005; 2014) señala que el proceso migratorio, se
define como el traslado de un lugar a otro de las personas con la finalidad de alcanzar
una estabilidad económica, todo este proceso ha traído consigo cambios, tanto para
las personas que emigran como para aquellos, que residen en el país que los recibe,
puesto que tienen la oportunidad de compartir la diversidad étnica y cultural.
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En este mismo orden, León (2015) y Vargas (2016), definen la migración como el
cambio de residencia de un lugar llamado “origen” hacia otro llamado “destino”, con un
carácter casi permanente, el cual es motivado por razones económicas, sociales y/o
políticas. De esta manera, el fenómeno se compone de la salida de un individuo
(emigración) de una comunidad, estado o país (lugar de origen) por un tiempo
determinado y la llegada de éste al nuevo territorio (inmigración) o lugar de destino.
En este sentido, conviene considerar el cruce de fronteras, que distinguen dos tipos
de migraciones: Las internas y las internacionales. Con respecto a las migraciones
internas, según Ramírez (1992), la define como aquellos movimientos internos
ocurridos dentro del mismo país, así las personas se desplazan de un estado a otro
estado, de un municipio a otro y así sucesivamente, siempre y cuando este dentro del
mismo país, mientras que las migraciones externas, las personas tienen que salir de
un país a otro, ocasionando un gran impacto en el estilo de vida y cambio de la cultura
para acoplarse al país que los recibe y para tener mayor aceptación en los grupos
sociales.
De esta manera, (Reta 2014) enfatiza, que a principios del siglo XX, la migración
estaba focalizada hacia los grandes países o ciudades modernas, las cuales le
permitía a los migrantes, la oportunidad de desarrollarse en varios ámbitos, siendo una
nueva oportunidad para obtener un progreso económico, dado que ha habido un
incremento de las potencias mundiales así como el surgimiento de la globalización,
que trae continuos cambios, en países con mayor posibilidades para los avances
tecnológicos.
Por otro lado, se evidencia que no todos los países tienen las mismas posibilidades de
progreso económico, existiendo una desigualdad económica abismal entre sus
habitantes, siendo uno de los detonantes de la migración. En este sentido, (Reta 2014)
explica que la migración: “tenía un comienzo, una trayectoria en general unidireccional
hacia el lugar/sociedad de destino y un fin con el proceso de
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