Las caras de Ollanta Humala

Deslastrarse del fantasma chavista e ir más allá para borrar su origen ultranacionalista, fueron las claves para que Ollanta Humala no muriera en el segundo intento por alcanzar la Presidencia de Perú. Un discurso moderado que lo acercaba más a la izquierda de Luiz Inácio Lula da Silva -y asesores del PT trabajando en ello-, sumado a "una impecable estrategia de campaña", según expertos, fueron los elementos que al final cautivaron a un electorado indócil ante dos opciones polarizadas.

"Por su formación y su raíz familiar, el perfil ideológico de Ollanta Humala es el de un líder totalitario y autoritario, lo que se acentúa por su preparación militar. A través de una estrategia comunicativa muy inteligente, este producto autoritario fue convertido en un candidato 'mediáticamente democrático", opina el semiólogo peruano Eduardo Zapata.

El transitar ideológico de Humala comienza el mismo día de su nacimiento, el 27 de junio de 1962, pues vino al mundo en una familia cuya cabeza creó una de las ideologías más ultrarradicales de América Latina.

El etnocacerismo, formulado por Isaac Humala, padre de Ollanta, consiste en un nacionalismo étnico de abierto racismo, que predica la "superioridad cobriza", el tono de piel de gran parte de la población peruana. Propone la restauración del Imperio Inca y la defensa de sus tradiciones y valores, en contraposición a la entrada de la globalización y el liberalismo. La pena de muerte y la homofobia forman parte del paquete.

"Yo les apuesto a ustedes que con dos violadores fusilados ya no habría más violaciones. Y con dos homosexuales que se fusilen ya no habría en la calle tanta inmoralidad", sentenció en 2006 la madre de Ollanta, Elena Tasso, en una entrevista con el periódico limeño Extra.

A pesar de que el próximo presidente de Perú se ha desligado del etnocacerismo, le resulta incómodo asumir el pasado. La división familiar data de hace cinco años, cuando su hermano Ulises se enfrentó a Ollanta en la primera vuelta de los comicios que ganó Alan García en el balotaje .

Etapa roja. Con 22 años de carrera militar, el ex comandante no sólo lleva el etnocacerismo en su ADN ideológico. Fue durante su servicio castrense cuando, por un intento de golpe de Estado en 2000 contra Alberto Fujimori, Perú escucha de él por primera vez, ocho años después de un episodio similar en Caracas. Luego vendría el apoyo -del que tomaría distancia más tarde- a la sublevación de su hermano Antauro en Andahuaylas.

Pero la polémica...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR