Con Caribes desde este año

Magglio Ordóñez se escucha sereno, al otro lado del teléfono. Sin dramatismo, habló del festejo que le prepararon en Detroit, repasó su historia y enumeró sus planes. Quiere incorporarse pronto al beisbol venezolano, como ejecutivo, y no cambia nada en su historia, salvo, quizás, el motivo que le decidió a decir adiós. -¿Cómo ha tomado la familia esto del retiro? -Todos estaban muy emocionados. Magglito sí sentía un poco triste, porque estaba retirándome, pero las niñas estaban súper contentas, porque voy a pasar más tiempo con ellas. -¿No resultó sorpresivo, por su dimensión, el homenaje que prepararon los Tigres? -Quedé muy sorprendido y muy agradecido. Todo lo que hicieron en video fue muy bonito. Estuvo muy planificado, muy cuidado y bien hecho. Y la fanaticada respondió como me lo imaginaba. El apoyo fue maravilloso -¿Seguirán viviendo en Detroit? -No. Ya no tengo casa ni nada allá. Estaré de regreso cuando el equipo me invite o por cosas así. -Miguel Cabrera pareció tomarse muy a pecho el retiro, ¿fue así? -Miguelito estaba un poco triste. Tuve que decirle: `Miguel, ya es hora, tiene que ser así?. Estaba triste, pero él entiende. -¿Habría sido igual si no ocurre la segunda fractura del tobillo? ¿O la lesión fue decisiva? -Sí, lo fue. Cuando ganamos la primera serie de los playoffs, el año pasado, allá en Nueva York, el asistente del gerente general me dijo que me iban a firmar, que me ofrecerían un contrato parecido a lo que ganaba y que estaban muy interesados en otra temporada. Le dije que me parecía buenísimo y quedamos en hablar después de los playoffs. Desafortunadamente me lesioné pocos días después. -¿Cómo está ahora el tobillo? -Estoy bien. El tobillo está ciento por ciento sano. Estuve entrenando fuerte y estaba en buena forma. Pero como siempre digo: cuando estas cosas pasan, debe ser por alguna razón. -Entonces, ¿está totalmente descartado disputar uno o varios juegos con los Caribes? ¿Realmente? -Es que no es lo mismo salir al terreno a jugar todos los días o trabajar en el gimnasio. No es lo mismo jugar que coger rollings y practicar. Es muy diferente estar en el terreno y voy a pasar mucho tiempo sin jugar, un año. Entrenarme es parte de mi vida. Troto, hago bicicleta y pesas, trato mantenerme. Pero sí, está descartado. Mi retiro se completó en Detroit. Tendría que ponerme en forma otra vez y no quiero hacer eso. Voy para 39 años de edad. Y en Venezuela juegan muy buenos peloteros. Hay pitchers con muy buena recta y...

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