Carlos Gardel también ligó a los caballos

E l pasado miércoles 24 de junio se cumplieron 80 años de la desaparición física de Carlos Gardel, considerado como el cantante y compositor más grande en la historia del tango.El también conocido como el Zorzal criollo y el Morocho del abasto, nació el 11 de diciembre de de 1890 en Toulouse, Francia y murió en un accidente aéreo el 24 de junio de 1935, luego de cumplir con una presentación en Medellín, Colombia.Gardel, un aficionado por siempre al mundo de la hípica, compuso y dedicó varios tangos al deporte de reyes, como: Por una Cabeza, La Catedrática y Palermo, entre otros.De hecho, tenía un ejemplar llamado Lunático, que conducido magistralmente por el jockey uruguayo Irineo Leguisamo, conocido en el ambiente hípico como El Pulpo y con el que le unía una indestructible amistad, ganó 10 carreras en 36 actuaciones y Gardel se encargó de inmortalizar su nombre, interpretando el famoso tango Leguisamo solo.Su afición por la hípica que dó reflejada en su cancionero y como propietario de ocho purasangre de carrera: Lunático, La Pastora, Cancionero, Amargura, Theresa, Guitarrista, Explotó y Mocoroa.El artista argentino vino a Ve nezuela invitado por Luis Plácido Pisarello, uno de los primeros comentaristas hípicos y se presentó en el la estación de ferrocarril, en Caño Amarillo. También le cantó al general Juan Vicente Gómez en Valencia, pero no se tiene registro sobre su asistencia al hipódromo de El Paraíso.De acuerdo con el periodista David García, el Zorzal criollo, llegó a la hípica respondiendo a una invitación que le hicieran al hipódromo de Montevideo, Uruguay, en 1921 y allí conoció al entrenador Francisco Maschio y al jinete Irineo...

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