Carlota

L as Carlotas que conozco a través de la literatura, la pintura y el cine, están ligadas a la muerte, la locura y la santidad. En el cuadro de Jacques-Lo uis David, La muerte de Ma rat, podemos contemplar la inerte y desangrada secuela del crimen perpetrado por Carlota Corday. Sabemos que ella estuvo de pie ante la bañera donde reposaba desnudo el jacobino Marat, que le dictó los nombres de varios diputados girondinos refugiados en Caen y entonces Marat exclamó: ¡En menos de ocho días irán todos a la guillotina!. Lamartine narra el clímax del episodio: Con estas palabras, como si el alma de Carlota hubiera estado esperando un último delito para convencerse de dar el golpe, toma de su seno un cuchillo y lo hunde hasta el mango con fuerza sobrenatural en el corazón de Marat. Después del crimen, se en contró bajo la falda de la homicida un escrito con un título ampuloso: Dirigido a los franceses amigos de las leyes y de la paz. El texto termina pronosticando: ¡Trabajamos en nuestra propia perdición con más celo y energía que el que hemos empeñado jamás para conquistar la libertad! ¡Oh francés, un poco más de tiempo, y no quedará de ustedes más que el recuerdo de su existencia!.Este alegato no se consideró excusa suficiente y la Corday murió en la guillotina el 17 de julio de 1793. La recuerdo con el rostro de Glenda Jackson, quien hace el papel de Carlota en Marat-Sa de, la película de Peter Brooke, basada en una obra de Peter Weiss con un nombre largo y sugerente: Persecución y asesi nato de Jean-Paul Marat representado por el grupo escénico del manicomio de Charenton bajo la dirección del Marqués de Sade. La segunda Carlota que surge cuando cierro los ojos es Bette Davis haciendo el papel de la esposa del archiduque de Austria, Fernando Maximiliano de Habsburgo. La pareja fue feliz mientras Maximiliano fue rey de Lombardía y Venecia, pero todo empezó a cambiar cuando aceptó formar parte de una componenda entre los conservadores mexicanos y Napoleón III y convertirse en emperador de México. Era cuestión de tiempo que Benito Juárez venciera al errático emperador y lo fusilara en el Cerro de las Campanas. Carlota Amalia Leopoldina amó a México y su cultura. Gracias a esta gama de personajes comienzo a entender la tragicomedia del parque La Carlota Llegó hasta la Península de Yucatán y conoció las ruinas de Uxmal. También se interesó en la política imperial y viajó a Europa a pedir ayuda para la insostenible causa de su marido. Al mismo...

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