Carta pública a Iris Valera

Sólo un loco de carretera, un irresponsable, un opositor lunático, un suicida en poten cia, podría desear que tú fracasaras como ministra. Mientras más éxito tengas en tu gestión más seguros estaremos todos. Ese es, estimada Iris, el pensamiento que abriga la mayoría del pueblo venezolano. Del pueblo sabio y honesto, de la mayoría consciente. Como sabes, la inseguridad se ha convertido en el peor de los males, una amalgama de las siete plagas de Egipto. Los indicadores de crimina lidad, de asaltos, asesinatos y robos, crecen semana a semana. Las cárceles son imperios del crimen. La corrupción militar y civil que anida en su interior apesta, hiede a miles de kilómetros. Hay una, dos, tres, lo son todas las cárceles, infiernos de hombres. Cierto, como es, que una sociedad se puede calibrar por la forma en que trata a sus enfermos y a sus presos, podríamos decir que Venezuela está bajo una capa marrón, pastosa y maloliente. Llenos hasta la coronilla. Y eso Iris, no es ni por casualidad herencia simple de la cuarta. El número de asesinatos semanales desde la llegada de la quinta ha crecido como mala hierba. Se ha multiplicado el horror. El número de presos muertos en riñas alcanza cifras delirantes. Somos la primera potencia en muertos en las calles y en las cárceles, qué vergüenza. Qué pena. Vaya que tienes una tarea ciclópea por delante. Un reto empinado y complejo. Dios y los hombres permitan que salgas bien parada de este lance, de tan inmenso desafío. Todos tenemos ganas de ayu darte en ese propósito, pero debes, Iris, llamar a lo mejor de Venezuela para que te orienten, para que te asesoren, para que te acompañen. No oigas las voces de los diablos del odio y el enfrentamiento. Haz caso omiso de quienes te aconsejan que trabajes sola. Por allí anda el Centro de Paz, también Roberto Briceño León, Humberto Prado y su Observatorio de Prisiones, hombres e instituciones capacitados en materia carcelaria. Llenos de propuestas, de recomendaciones. Llámalos, óyelos. No te pido que los designes viceministros, cargo que evidentemente no aceptarían, pero en bien...

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