Carta al Niño Jesús

Querido Niño Jesús, te escribo lleno de dudas. No sé si finalmente te envíe esta carta. Ignoro cómo son las cosas por allá donde vives, pero aquí no sabes lo que es lidiar con adultos. Un día te dicen una cosa y al otro, lo contrario. No creas que te hablo de los políticos, que en esos temas tengo prohibido opinar, sobre todo ahora que mi papá se convirtió según mi mamá en un tonto escuálido y que mi mamá según mi papá es una cuaima chavista. Todo aquí se ha complicado des de que papá se fue de la casa. Corrijo. Si te dejo escrito así nomás se fue de la casa me estoy parcializando con lo que ella le dice a alguna de sus amigas, porque a otras les cuenta que lo mandó para el demonio. Yo sólo te digo que vi y oí cuando mi mami le dijo: Te vas bien largo al carajo, le tiró su bolsito de hacer deporte lleno de ropas y cerró la puerta. Pero, por qué te estoy hablan do de todo este rollo. Ah, claro, era por el tema de los regalos que tú me tienes que traer. No es idea mía eso de que tú me tienes que traer. Es que mi mamá cada vez que tocamos el asunto me mira fijamente, con los ojos como de fiera y me repite que él te tiene que traer. Ojo, yo estoy seguro de que esa rabia no es contigo, sino que es con daddy mejor escribo papá por si acaso a ella se le ocurre leer esta carta. Bueno, qué te decía. Estoy como el Presidente de Venezuela, que empieza a hablar de una cosa y después cambia para otra, y luego canta, después echa un chiste o cuenta una historia de cuando vendía arañitas, o de sus hazañas en el cuartel, y de vuelta con el socialismo y le manda saludos a su hermano Putin, bueno no es su hermano, creo que es el Presidente de Rusia, y también saluda a su papá Fidel Castro, bueno tampoco es su papá, pero él hace todo lo que éste le dice y quiere que Venezuela y Cuba sean la misma cosa. Fíjate que este Castro tiene un negocio chévere porque Chávez le regala petróleo para ayudar a los pobres cubanos y Castro agarra un poquito para cocinar y lo demás lo vende bien caro y se queda con su buenos dolaritos. Esto no lo invento yo, se lo oí a mi papá. Por cierto, Chávez dice que tú eres socialista. Bueno, no tú ahorita, chiquitito, sino que cuando creciste, siendo Jesucristo, andabas por allí repartiendo panes y pescados, y no le cobrabas a nadie, y le entraste a bastonazos a unos empresarios de Fedecámaras de Galilea...

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