El Cascanueces empezó con mucho ruido pero sin fallas

Las luces se apagan, los músicos terminan de afinar. Una voz a la distancia se dirige a los espectadores: la edición que conmemora los 20 años de El Cascanueces de Vicente Nebrada está dedicada a dos figuras ausentes. La impronta y fuerza creativa del arquitecto Tomás Lugo Marcano y del bailarín Francisco Javier Rivera, quienes fallecieron recientemente, fueron reconocidos ante una audiencia que agotó las entradas.La sala vuelve a quedar en silencio. El director Alfonso López Chollet llega, entonces, al foso y se pone frente a la Orquesta Sinfónica de Venezuela, que celebra 86 años de trayectoria. Sube el telón y comienza la magia en punta.La de 2016 es una tempora da que da la bienvenida a 25 bailarines. Luego del éxodo que sufrió la única compañía, la Fundación Teatro Teresa Carreño convocó audiciones a las que acudieron cerca de 200 aspirantes. El sábado los seleccionados disfrutaron los aplausos desde el escenario de la Sala Ríos Reyna por primera vez. Ellos fueron soldados y ratones; realizaron piruetas en la danza rusa, china y de los mazapanes. Las funciones -en las que también participan alumnos de las escuelas Endanza, Ballet Clásico Rita Dordelly, Ballet de las Américas y Fundación...

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