EL CAURA De Maripa a Nichare

Cómo llegar. Lo primero será instalarse en Ciudad Bolívar, de ahí son entre dos y tres horas a Maripa por carretera asfaltada con algunos agujeros y a partir de ese punto, todos los trayectos serán sobre esa dicha que es navegar por el extraordinario río Caura, uno de los más importantes afluentes del Orinoco.

Un recorrido poco usual. Cuando vamos a Ciudad Bolívar, el destino suele ser la Gran Sabana. Como en la variedad está el gusto, arranquen hacia el río Caura, vía Maripa. Una carretera de sabanas muy verdes Âcon esta llovedera y piedras negras inmensas que aparecen como muros de contención. Además del paisaje, deténganse en la estación de servicio Río Aro a poner gasolina y le compran dulces a la señora Luisa Coraspe Âsólo fines de semanaÂ. Ofrece jalea de mango, merey pasado, dulces de lechosa, piña y leche.

También tiene merey seco en bolsitas, chicha de arroz y jugo de tamarindo. Más adelante, en La Tigrera, prueben las versiones de casabe de Silverio Aray, con su fogón y su molino de yuca desde hace 20 años.

El chorreao tiene un melado blanco por encima, hecho con el almidón de la yuca y azúcar; la naiboa es con papelón, el jau jau es como una galletica. Verán las tortas grandes y blancas secándose al sol sobre palitos y pedazos de cerca. Para comer, el clásico es El Remanso, con un muy gustoso hervido de res, tremendo palo a pique, bollitos de maíz y un suculento queso fresco. Si ofrecen carne de cacería, no la consuman. Es ilegal. Y si hay indígenas vendiendo turpiales, no se los compren. Es un crimen. En toda la entrada de Maripa verán un peculiar monumento con una indígena yekuana y el salto Pará atrás. Es la señal para visitar la Vitrina Turística Salto Pará, unos módulos de colores con grandes ventanales donde las distintas comunidades indígenas venden su artesanía: collares, pulseras, totumas pintadas con onoto, cestería yekuana y algunos chinchorros de moriche. Pudiera estar decorado con más gracia. Más bonita es la parte de atrás con mesones de madera, que la de adelante con manteles como de sala de festejo. La idea es buena.

De Maripa a La Cocuiza. El puerto de Maripa es precario Âcomo todos los puertos de Venezuela, lo cual es incomprensible pero hay un abastico para compritas nerviosas de último minuto. Como ha llovido tanto, se ven apenas los techos de paja de algunas churuatas y las ramas de los árboles. Ahí espera Enrique Caura junto a su familia, todos yekuanas de la comunidad de Nichare. Cuentan con una curiara...

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