Cayó el otro gigante

Al final, el rostro de decepción de José Mourinho era el fiel reflejo de la sensa ción de toda una ciudad, de todo un estadio, volcado en el que quizás haya sido el mejor partido del año en Europa. Decepción pura. Era el momento ideal. Tras superar al Barcelona en la Liga y verlos eliminados de la Liga de Campeones, la historia parecía ponerse del lado del técnico portugués. Pero, ni para él, ni para los merengues, pudo ser. La alegría de Bastian Schweinsteiger, verdugo del Real Madrid al anotar el último penal, contrastaba con el llanto colectivo de un Madrid que esperó diez años para regresar a una nueva final de la Champions e intentar alcanzar la décima orejona. No pudo ser. El Bayern será el anfitrión de su final. En el Allianz Arena de Múnich esperarán, sin Holger Badstuber, ni Alaba, ni Luis Gustavo, a un Chelsea que llegará al moderno estadio alemán tan mermado como ellos. Pero el choque desde el prin cipio no favoreció a los bávaros. El destino parecía estar del lado de los blancos. A los 7 minutos Cristiano Ronaldo siguió levantando su figura como héroe merengue, cimentada en su gol del fin de semana contra Barcelona. Anotó de penal, y siete minutos después replicó en una jugada trenzada entre Ãzil y él, para definir solo frente a Neuer. En 15 minutos, la eliminato ria parecía sentenciada. Pero no contaban con el despertar de la bestia negra. El Bayern fue un vendaval, buscó el partido y el gol permanentemente. Y a los 26 Arjen Robben anotó de penal ante un esfuerzo enorme de Iker Casillas, que casi sacó la pelota. La eliminatoria quedó igua lada y comenzó un...

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