Londres dejó celebraciones e incógnitas para la delegación venezolana

Venezuela celebró en grande la medalla de oro del esgrimista Rubén Limardo en los Juegos Olímpicos de Londres. Razones no faltaban. El espadista ganó en buena lid y paralizó a buena parte del país con un deporte en cuya existencia pocos habían reparado antes de ese día. Fin de una espera de décadas -20 años habían pasado del logro del taekwondista Arlindo Gouveia, en una disciplina que entonces era de exhibición y 44 de la gloria alcanzada por Francisco Morochito Rodríguez-, el oro de Limardo superó con creces las expectativas de la dirigencia deportiva nacional. Antes de viajar con 69 atletas, la segunda mayor cantidad de venezolanos en Juegos Olímpicos, el COV pronosticaba ocho diplomas en ciclismo de pista, esgrima, boxeo, gimnasia y lucha. El informe técnico indicaba que Limardo podía quedar entre los 16 mejores de la espada y Eduardo Álvarez hacía votos porque, al menos, tomara un diploma. Sorpresiva o no, la conquis ta del bolivarense ocultó los logros del resto de la delegación y la necesidad de revisar las políticas deportivas. A falta de una jornada por disputar Âen la que estará el maratonista Pedro Mora-, la avanzada vinotinto cosecha nueve diplomas olímpicos. Por ellos, junto a la estadística que indica que 20% de los...

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