Por otro Centenariazo

Oswaldo Vizcarrondo tenía 20 años cuando vio por televisión a Gabriel Urdaneta, Héctor González y al que ahora es su compañero, Juan Arango, hacer morder el polvo a Uruguay con marcador 3-0 tan sorprendente como estruendoso. Por ese entonces, Gabriel Cichero había decidido hacer maletas y emigrar, justamente a Montevideo, en busca del futuro como futbolista que no sentía que podía tener en Venezuela. Hoy el calendario de la elim inatoria los trajo de vuelta al Centenario, donde la Vinotinto hizo sonar la campana hace ocho años. Donde el boom vinotinto de 2001 pasó a ser una explosión que les permitió a ambos ser estrellas en un país que, antes de triunfos como éste, veía cómo el fútbol se vestía con los trozos de tela que dejaban otros deportes. Fue un orgullo marcar ese precedente cuando la selección apenas conseguía resultados. Estamos orgullosos de esa camada de jugadores que marcaron el inicio de lo que tenemos hoy, afirmó el central. En aquel momento, la s diferencias entre un equipo y otro eran mucho más marcadas. Los uruguayos salieron al campo con once jugadores con Martín Liguera como el único de los titulares que jugaba en Europa. Por los de Richard Páez, sólo Juan Arango y Alejandro Cichero podían contarle al grupo cómo eran los estadios de una primera división europea, los trajes y la ropa fina. Todos vimos...

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