España cerrada por huelga

La huelga general convocada por los principales sindicatos de España en contra de los recortes presupuestarios aplicados por el Gobierno logró la paralización de 80%, un total de 9.185.000 trabajadores, según cifras aportadas por los propios líderes obreros. A pesar de ello, desde el Poder Ejecutivo que preside Mariano Rajoy se aseveró que no habrá marcha atrás en su política económica y su programa de ajustes. Con el lema: Nos dejan sin futuro, hay responsables, hay soluciones, la paralización de trabajadores, la octava en democracia y la segunda contra el gobierno de Rajoy, ocurre en un momento crítico para la economía española, con casi seis millones de desempleados 26%, severos recortes presupuestarios, reducción de administraciones públicas y el drama de los desalojos de viviendas por impago de hipotecas, que se promedian en 523 por día. La jornada de brazos caídos fue secundada por organizaciones en 23 países de la Unión Europea que sufren rigores similares. Los manifestantes llevaron pancartas, algunas de las cuales decía: Rajoy, ladrón, devuélveme el turrón, Que le apliquen los recortes a las Cortes Parlamento. Una funcionaria se quejaba en la plaza de Sol: No podemos seguir así. Los ciudadanos nos estamos ahogando y lo que pasa con la educación, la sanidad y los servicios públicos no lo podemos permitir. En el Parlamento, el secreta rio general del Partido Socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, llamó a unirse a la manifestación porque los ciudadanos están cargados de razones para ir. Lo hicieron diputados de otras formaciones de izquierdas con la vehemente queja del gobernante Partido Popular. A las seis de la tarde hubo concentraciones en las principales ciudades españolas para hacer balances y discursos. El secretario general de Co misiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, declaró que la convocatoria fue cumplida prácticamente en toda la península ibérica, un dato que para Cándido Méndez, líder de la Unión General de Trabajadores, se traduce en un éxito que les permite exigir un cambio de rumbo en las políticas económicas, las cuales, recalcó, nos llevan al precipicio. Santamarías abajo. La paralización se sintió mucho en el transporte público de Madrid. Los servicios mínimos que la dirigencia sindical garantizó que se prestarían entre 25% y 40%, se vieron demasiado cortos...

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