Cerrado el bar

I Yo estudié sociología en la UCV y tuve grandes profesores, de esos que te hacen ver que escogiste, para tu vida, la mejor carrera posible. Pero claro, nadie es perfecto, y siempre les tuve una queja: ninguno de ellos me dijo, nunca, ni siquiera una palabra sobre el fútbol, a pesar de ser éste un fenómeno de enorme importancia política, económica, cultural y social, con pocos equivalentes en otros ámbitos. Me extrañó que no hubiera en el pensum una materia que lo descifrara y lo explicara en sus razones y en sus características y me pasé la carrera, así pues, pendiente únicamente de lo que ocurría en la alfombra verde, ese enorme rectángulo adornado con dos porterías, sin mirar lo que ocurría fuera de ella. II El fútbol es, cierto, el deporte que más le gusta a los terrícolas, el que más los ilusiona y apasiona. Pero, más allá del balón ese objeto mágico que siempre ha pretendido ser su centro de gravedad -, es también, muchas otras cosas que no me enseñaron mis profesores. Un deporte gobernado de manera autocrática por la FIFA y su cadena de organizaciones a lo largo y ancho del mundo. Un negocio tan grande como los más grandes de hoy en día. La globalización antes de que los economistas supieran de ella. Una convocatoria al sentimiento nacional en todas sus formas, sin excluir las más perversas. El fanático y el misterio a través del cual se hace partidario de un equipo, creando un sólido vínculo de pertenencia, casi imprescindible para ciertos grupos sociales. La homofobia y el machismo, arraigados en un deporte en el que deben desplegarse todos los atributos supuestos en la masculinidad. Y, por citar sólo una última cosa, la violencia en la cancha, a pesar de la cruzada del fair play, abogando por un deporte políticamente correcto, pero, sobre todo, la violencia fuera de ella, expresión de un coctel de razones muy complejas que se combinan en distintas dosis según las circunstancias, siempre con un toque, cada vez más relevante, de criminalidad. III De paso, esta violencia ya es, in fortunadamente, un dato del fútbol nacional que, desde hace un tiempo, viene asomado rasgos que deberían preocuparnos seriamente. Hasta ahora las medidas...

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