Chancletas coloradas

No soy entusiasta del joropo ni de los bailes de tambor, aunque admito que escucharlos me emociona. No es una contradicción, sino una función administrativa del espíritu, de la genética, que no extrañamente se relaciona con los regímenes autoritarios. La simpleza de boom boom re queteboom y toda la suerte de repiques simultáneos que son posibles sobre un cuero de chivo bien templado, junto con los acordes del seis por derecho, ejercen un tipo de sensación indescriptible en el espíritu, que aumenta a medida que se está más lejos del suelo patrio o que se comparte esa música con una multitud en un acto público. Los nazis, que perfeccionaron las técnicas de sumisión conductual en las que los soviéticos fueron precursores, utilizaron los acordes simples, las letras nostálgicas y heroicas para llevar a cabo lavados de cerebro multitudinarios en los actos de masas que organizaban para el Führer y los alemanes lo vieran o lo escucharan por la radio. La mise-en scène era calculada milimétrica mente; desde el color y ancho de las banderas hasta el volumen de los altavoces, los gestos del orador y los saludos de las masas ahí congregadas. La marea roja tiene vinculacio nes muy estrechas con los camisas pardas de la SS nazi, los camisas negras del fascismo italiano y los camisas azules del falangismo franquista. Con la incorporación de los milicianos, que lucen un pañuelo rojo al cuello como los pioneritos cubanos y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR