Las chuletas de Marianella Salazar

En los años sesenta estudiaba en el Colegio República del Ecuador. Cursé mis pri meros años con personajes que serían famosos en el futuro. Mis compañeritos, entre otros, eran César Miguel Rondón, Ángel Oropeza, Marianella Salazar, Henrique Lazo y Julio César Pineda.Bueno, César, Ángel, Marianella y yo estábamos en pri mer grado y Henrique y Julio César repetían quinto año por segunda vez.En cuarto grado nuestra maestra se llamaba Rosa Castro. El más estudioso del salón era Ángel Oropeza, que siempre sacaba 20 e inexplicablemente iba con corbata para la escuela. Marianella, César y yo, cuando había examen, nos sentábamos cerca de Ángel para copiarnos y aun así no llegamos ni a 12, porque Ángel tenía la letra muy fea y no se le entendía casi nada.Nunca olvidaré las chuletas de Matemática que Marianella se escribía en las rodillas.Las hacía perfectas. Lo malo es que ella era y sigue siendo la más bella. Aquello era un bombón y cuando se levantaba un poquito la falda a César y a mí se nos olvidaban las matemáticas que hasta hoy nunca nos han servido para nada.La táctica era perfecta. Yo entretenía a la señorita Rosa con cualquier pregunta: --Seño, el último número que usted anotó ¿es el dos? --No, Nazoa. Es el cinco.Ese momento lo aprovecha ba César para copiar la chuleta que Marianella tenía escrita en la rodilla. Después, era él quien preguntaba: --Seño, el último núme ro que usted anotó...

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