Codevida pedirá que interpelen a ministra Melo

Tres preguntas marti-llan la cabeza de Natasha Suárez desde hace 56 días: ¿Cómo les digo al presidente Maduro y a Rotondaro presidente del IVSS para que entiendan que estoy extremadamente preocupada por mi vida?, ¿cómo sobrevivo si no consigo medicamentos? y ¿cómo hago para conseguir insulina?.Con 35 años de edad, recibió un transplante de riñón hace casi dos meses, y ayer, durante una rueda de prensa ofrecida por la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida, formuló una respuesta y una petición que hizo pública: Necesitamos un poquito de colaboración. El gobierno debe abrir los canales para la ayuda humanitaria internacional. ¡Rotondaro, responde! Mi riñón no puede más.Usando un tapabocas que le cubría la mitad del rostro, Suárez explicó que en la primera etapa posterior al trasplante, cuando debe tomar antirretrovirales para evitar contagio de citomegalovirus, ha hecho el tratamiento con medicinas vencidas. En cuanto a los inmunosupresores Prograf Tacrolimus y Myfortic, que disminuyen el riesgo de rechazo al órgano, los ha recibido incompletos y de manera intermitente.Ella es solo una historia entre las 1.500 personas en una situación similar. Comentó que entre los pacientes con trasplantes suelen intercambiarse las medicinas cuando alguno las consigue, pero en este momento nadie del grupo las tiene.Francisco Valencia, presi dente de Codevida, resumió el diagnóstico de la situación con una palabra: catastrófica.Indicó que en lo que va de año han muerto seis pacientes con hemofilia debido a la ausencia del factor de coagulación VII.Denunció que el Seguro Social estaría subdosificando y racionando el tratamiento con Tacrolimus, para personas trasplantadas, luego de exigirles un...

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