Comiendo con Wi-Fi

Como no funcionaba Internet y los taxis andaban escasos de gasolina, el lunes fuimos en bici taxi a entregar esta columna en el periódico. El título era Comiendo con Guay fai. ¿Y esto, qué es?, dijo en voz baja, grave y tono poco amistoso el bedel del Departamento de Estilo. La nueva plaga en la mesa, respondimos en tono respetuoso. El señor tiene como 110 años, cabello y cejas blancas, lentes a lo Federico Fellini en los años ochenta, y vozarrón que impone respeto. Toma su tablet y le veo escribir con dos dedos: Fun dación del Español Urgente. Al minuto me llama y regaña: Guay fai no va. No existe. Lo que usted quiere decir es una marca, Wi-Fi. Pero como otras marcas, hoy es percibida por los hablantes como un sustantivo común, por lo que no sería inapropiado escribir `wifi?. Corrija de su puño y letra y lo acepto. Eso hicimos. I Los hoteles con lobbys agrada bles han descubierto que si allí ponen Wi-Fi, dan la impresión de éxito. Se llenan de desconocidos que desde el silencio compartido dialogan a través de de sus tablets, laptops y teléfonos. En Estados Unidos, eso les pa rece magnífico a los dueños de hoteles. Venden más café, refrescos, hamburguesas y papas fritas. Ninguno de los clientes mira lo que come. Eso permite entrenar sin riesgo a pasantes en cocina, y sustituir a cocineros por entusiastas. Pero Âsiempre ante un avance social aparece un pero los mesoneros no están contentos y protestan. En Europa, especialmente en España, el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR