Una comunidad que renació de los escombros del deslave

Ramiro Cubero, uno de los vecinos de la Parcela 20 del sector El Limón de Soapire, ubicado en Los Valles del Tuy, estado Miranda, recuerda de manera vívida la primera vez que vio a la hermana María José González quien, como directora de Cáritas Los Teques, acompañó a más de cien familias que llegaron a vivir en estos terrenos, luego de quedar damnificadas por la tragedia de Vargas en 1999. Ella llegó cuando llovía, era fin de semana, ¡y con ese palo de agua! Mire, eso no lo hace ninguno, ¿oyó? A los días vino a ver a los muchachitos y les trajo ropita. Después llegó con bolsas de comida dentro de la camioneta y, con los meses, nos hicieron un refugio donde nos metimos. Luego de año y medio viviendo en el galpón, nos dieron unos créditos para las casitas; y si no fuera por ella, no estaríamos aquí. No tendríamos nada. Las de El Limón son perso nas sencillas, humildes y muy hospitalarias. Apenas ven la camioneta de Cáritas Los Teques salen de sus casas con casabes, arepas, frutas, y hasta helados Âpreparados por ellos mismos para ofrecérselos a los visitantes, mientras relatan la transición que vivieron entre la mudanza intempestiva y forzosa que les causó la lluvia en 1999 y la construcción de sus viviendas. Lograron fabricarlas gracias a la ayuda de Cáritas de Venezuela, institución que elevó ante la red de Cáritas en Europa la solicitud de un préstamo para poder asistir a esta comunidad. Por la vida. Joelina Gómez es una de las habitantes de Vencedores de Vargas, nombre con el cual los vecinos bautizaron este sector, tras superar el abandono y la indiferencia que mostraron las autoridades nacionales y regionales ante su necesidad de vivienda. En ese entonces, estas fami lias vivían en la carretera Caracas-La Guaira, sector El Limón, pero cuenta Gómez que, como su comunidad no aparecía en mapa alguno pues sólo estaba registrado hasta el sector Plan de Manzano, fueron considerados invasores. Lejos de obtener ayuda cuando se mudaron a Los Valles del Tuy en busca de un lugar seguro para asentarse, la policía los recibió con bombas lacrimógenas. Éramos 107 familias exac tamente, y todo este terreno estaba lleno de mujeres embarazadas y niños. Primero llegamos a Soapire, donde la policía nos sacó, nos cayó a palos y hasta nos metió presos. Luego nos fuimos a la entrada de El Manguito y también nos sacaron; pero cuando uno tiene una necesidad, que no tienes un techo para guarecerte con tus hijos y tu familia, es una...

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