La conexión cósmica

Al observar nuestro Sistema Solar, un conjunto de planetas girando alrededor de una estrella manteniéndose en su posición gracias a las fuerzas de atracción y repulsión, y ver cómo el átomo se comporta de la misma manera, viene a nuestra mente el axioma: Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba, para que se cumpla el Misterio de los Mundos. El hombre como síntesis de la Creación contiene en sí todos los elementos de la misma, y conociendo sus Principios y respetando sus leyes puede descubrir los fundamentos para alcanzar el equilibrio de su cuerpo físico, astral y mental. Para ello cuenta con unas herramientas como el cuerpo físico, las glándulas endocrinas; y en el cuerpo astral, los llamados en yoga chakras. Las correspondencias entre el Universo Infinito y el más pequeño de los seres son considerables. Esto nos ofrece un ejemplo de un orden, de un ritmo constante de evolución. Entre esas correspondencias se encuentra el movimiento: ciclos que se repiten una y otra vez, movimiento perpetuo. Los planetas giran sin tregua alrededor del sol; la Luna alrededor de la Tierra, ésta sobre su propio eje. ¿Qué ocurriría, por ejemplo, si la Tierra dejase de girar? La inercia es el principio de la muerte, la rigidez de los ca dáveres. Tenemos entonces la primera clave para mantenernos en armonía con el cosmos y las leyes que lo rigen: el movimiento. Desde...

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