Consalvi

Me hubiera gustado recorrer la vida con 86 años a cuestas, y sobre todo el discurrir de mi país. Haber nacido en 1927, si es que el siglo XX comenzó se gún muchos en 1936, me hubiera convertido en un ciudadano cabal de la historia contemporánea de Venezuela. He podido ver la muerte de Gómez; los esfuerzos de López Contreras por adecentar el país; el golpe contra Medina por aquello de las urgencias democráticas. Estar al lado de Rómulo Gallegos, tomando café, ha podido ser una experiencia inenarrable. Hay un escrito del novelista que deberíamos enmarcar: aquél que le dedica al estamento militar conspirativo en ocasión de su salida forzada del poder. ¿Gendarmes a la vista? Más bien las alimañas que siempre nos han querido llevar al pasado. ¿Qué es eso de la clandestinidad que se lleva por defender unas ideas? ¿Cuál es la dimensión exacta de la sombra que nos aparta de mis connacionales, convertidos de pronto en verdugos? Hubiera querido llorar ante el cadáver ensangrentado de Leonardo Ruiz Pineda, por quien ningún venezolano de hoy daría un bolívar. Los esbirros harán preso a José Chepino Gerbasi, quien saldrá de la cárcel con marcas indelebles: nada que puedan ver sus hijos, porque el odio nunca debe sembrarse en un semejante.Podría celebrar con la poblada que festeja la caí da de Pérez Jiménez, pero no sé por qué prefiero quedarme viendo desde una esquina las sonrisas de mujeres que cautivan. Reconozco mi talante reflexivo, mi reserva, mis maneras. Podrían ser de Santa Cruz de Mora, y hasta allí volveré, más cerca de la muerte que de la infancia, para consolar a los que se han salvado del deslave originado por lluvias incesantes. Pero no llueve ahora en la plaza O’Leary, si admitimos que el llanto no llega a temporal. ¿Qué fastos de celebración son estos? ¿Podremos hablar de civilidad: de periódicos, de libres debates, de partidos políticos, de cátedras universitarias? Un libro será mi debilidad mayor: rozar esas hojas, palpar esas páginas. Los grandes pensadores, que en definitiva construyen sentido y se alejan de la barbarie cotidiana. Democracia... esa partícula desteñida...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR