'Estamos conscientes del riesgo, pero llegaremos hasta el final'
Dispuestos a llegar hasta el final en la lucha para lograr la libertad de 27 presos políticos y el respeto a los derechos humanos, 9 personas se mantienen en huelga de hambre desde el 31 de enero, a las puertas de la sede de la Organización de Estados Americanos, en Caracas.
Todos los manifestantes son del interior del país. Llegaron a Caracas luego de haber realizado una caminata de Lara a Carabobo, donde convivieron durante dos semanas, preparándose física y psicológicamente para el reto que significa una huelga de hambre. "Estamos conscientes del riesgo, pero estaremos aquí hasta el final. Es nuestro aporte para tener un país mejor", dijo Fabiola Rosales, ingeniero industrial de 33 años de edad, egresada de la Universidad de Carabobo y nativa de Valencia.
"Además pedimos que se le reconozca la inmunidad parlamentaria a los diputados Biagio Pilieri, José Sánchez "Mazuco" y Freddy Curupe", señaló Lorent Saleh, vocero del equipo y coordinador nacional del movimiento Juventud Activa Venezuela Unida. También solicitan atención médica oportuna para los presos políticos, la no criminalización de la protesta y respeto a la libertad de expresión.
Jhonny Gutiérrez tiene 21 años y es de la zona sur de Valencia, estado Carabobo. Se unió a la protesta luego de ver en televisión un programa sobre la jueza María Lourdes Afiuni. "Mi hermano de 15 años me preguntó qué había hecho ella que mereciera cárcel. Quise explicarle, pero sólo atiné a contestarle que había hecho su trabajo aplicando la ley. En ese momento me di cuenta de que debía hacer algo para defender al país de este régimen donde el Presidente es quien decide quién va preso y quién no", contó el joven estudiante de 4º año de bachillerato.
De no recibir una respuesta esta semana emprenderán otras medidas para ejercer presión. "Hoy (ayer) cumplimos 7 días aquí sin noticias de la OEA. Por eso hemos planificado algunas acciones de radicalización de la protesta", expresó Saleh.
Entre las medidas están coserse las bocas y suspender la ingesta de líquidos y sueros, además de continuar enviando comunicados a la OEA y distintas instituciones del Estado, todo esto a la espera de una respuesta oficial.
Sin pista de la OEA. En diciembre de 2009, José Miguel Insulza se comprometió a venir a Venezuela a más tardar en febrero de 2010, para hacer personalmente una revisión de todas las denuncias que, por violaciones de derechos humanos, acumula el Gobierno. "Ya estamos en febrero de 2011 y no ha venido...
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