Las consignas de los indignados también retumban en Tel Aviv

Centenares de miles de personas han llenado las calles y plazas de todo Israel pidiendo que haya mejor distribución de la riqueza, una cantidad de gente que sorprende en una nación con 7,5 millones de ciudadanos. Las protestas pueden resultar, a ojos latinoamericanos, inexplicables en un Estado del que sus voceros aseveran que está entre las primeras quince naciones del mundo que viven con bienestar. Sin embargo, la misma inten ción que ha hecho a la población salir a las calles de diversas naciones europeas, especialmente en España, hizo que los israelíes tomaran, de forma simbólica, calles y plazas de ciudades como Jerusalén, Tel Aviv, Haifa y Beersheva. Con una inspiración similar a la de los ciudadanos de varios países de Europa que buscan mejoras en la calidad de vida, y con diferencias frente a las revueltas del norte de África, en las que las masas movilizadas exigen un cambio de los modelos autocráticos que imperan, los ciudadanos israelíes cuestionan el funcionamiento de la economía y cómo influye ésta en la calidad de vida. El modelo socioeconómi co vigente, que retiró al Estado de la economía y privatizó todo lo posible, no dio a la gente lo que esperaba recibir. En los antiguos estados sociales que son desmontados a favor de la privatización, la clase media se convierte en el motor económico y de la política, pero en muchos casos en vez de avanzar, la gente comienza a ver que sus condiciones socioeconómicas se perjudican, sostiene Mario Sznajder, director del departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Gabriel Ben Tasgal, analista político israelí, a su vez señala que para el ciudadano de a pie es cada vez más difícil llegar a final de mes. Una pareja joven, para poder comprar una casa, debe pagar 300.000 dólares y los productos nacionales son más caros que en el exterior. El descontento se genera porque la clase media no tiene acceso al bienestar general de Israel. Sin embargo, en macroeconomía el país está perfecto. Ambos analistas manifesta ron, que a diferencia de España, en la nación de Medio Oriente el desempleo está entre 5 y 7%. Además funciona el subsidio al desempleo y otros mecanismos de regulación para proteger a los ciudadanos en paro. La gratuidad y mejoras del sistema sanitario...

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