La conspiración de las burbujas

En mi columna de hace dos semanas le atribuí a Inés María Calero, Miss Venezuela de 1987, lo que había dicho Ana Teresa Oropeza, nuestra Miss de 1982: que le encantaba la música de Shakespeare y la pintura de Beethoven. A Inés María y a los lectores, mis sinceras disculpas por este gazapo mnemotécnico. A Ana Teresa, mis disculpas tardías por la maledicencia colectiva que le complicó la existencia hace treinta años, justo después de que un reportero de este diario, Rómulo Hernández, le diera curso a esa perla inolvidable que, en tiempos electorales, inauguró su reinado, calificado de gris por un astrólogo de farándula. Hace dos semanas también ano té masectomía y no mastectomía, como se debe, y en vista de que todavía estamos a tiempo para volver sobre los quebraderos del gran fetiche masculino, heme aquí hablando, de nuevo, sobre senos turgentes. Ha cerrado el Consulado de Venezuela en Miami y más de 200.000 ciudadanos 20.000 de ellos inscritos en el registro electoral no podrán hacer sus trámites de rutina ni ejercer su derecho al voto. Como es fácil suponerlo, en el sur de Florida vive la mayoría de los venezolanos expatriados en Estados Unidos, antichavistas férreos la mayoría que, de ahora en adelante, tendrán que acudir al consulado de Nueva Orleans, a más de 1.300 kilómetros hacia el noroeste. La ex titular del consulado en Miami Livia Acosta fue expulsada bajo sospecha de conspirar contra Estados Unidos con la ayuda de Irán, aliado tan malo como el del recién designado ministro de la Defensa, Henry Rangel Silva, que el Departamento de Estado tiene fichado como aliado de las FARC. Sin embargo, todas estas noti cias parecen insípidas en medio del pánico de las mujeres venezolanas que recibieron aumentos de pechos de la firma francesa Poly Implant Prothèse PIP. Para comienzos de año, el pánico ya había motivado 400 denun cias contra los intermediarios que vendieron las gomas en Venezuela e incluso hizo que el Gobierno anunciara medidas de contingencia para remover las siliconas de las pacientes perjudicadas. El Ministerio del Poder Popular para la Salud...

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