El consuelo de los tontos

Aquí no van a aparecer nombres falsos ni la muletilla la víctima declaró con la condi ción de que no se revelara su identidad. Los datos filiatorios de las víctimas de los hechos que se narran son públicos, salvo los de aquellos que valiéndose de cargos, vínculos, malas mañas y demás caminitos verdes pueden mantenerse, provisionalmente, alejados de la calamidad general. Pero ninguno debe sentirse seguro ni librado, nada dura para siempre.Tampoco vamos a traer a co lación a Stalin, que aunque es una figura universalmente conocida por los crímenes y desgracias que perpetró contra la humanidad, algunos lo consideran muy lejano y extraño a la realidad venezolana. Aparecerán, sí, dos personajes que aunque no tienen la misma fama pero son muy cercanos a las circunstancias actuales: José Tomás Boves, el de los lanzazos, y el Iluminado Espinoza, quien por una decepción amorosa se dedicó a despescuezar a los blancos criollos y a todo el que supiera leer y escribir. Ay, Nicolás, te salvaste.Ambos personajes tienen re lación con la actual situación no solo por la crueldad y sevicia con la que los integrantes de los cuerpos represivos del Estado maltratan a los que ellos llaman sifrinos, escuálidos, hijos de papá y mamá, apátridas y otros cognomentos peyorativos y degradantes, sino también porque tanto uno, Boves, como el otro, Espinoza...

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