Contagio de violencia

La trágica masacre de la antigua cárcel de Uribana, que hoy se llama de otro modo dada la obsesión de este régimen por cambiar los nombres pero no la sustancia, ha motivado una verdadera explosión de comentarios asquerosamente brutales en las redes de comunicación.Lo único lamentable fue que no todos pasaron el páramo, Ninguna consideración con ningún animal de esos, deberían hacer eso en todas las cárceles, se autoaplican la pena de muerto que esos parásitos merecen.Alguien llegó hasta la blasfemia: que se mueran todos esos choros y delincuentes y verán que Dios lo agradecerá. Se podrían llenar muchas páginas de expresiones así dictadas por una reacción de violencia emocional, visceral, contra la violencia de hecho vivida cotidianamente.Comprensible como se puede comprender la emergencia de lo más animal prehumano, infrahumano e inhumano en el hombre cuando estalla impulsado por la fría inhumanidad del asesino. La violencia es una enfermedad contagiosa. Puede contagiar el alma, el pensamiento y la ética de toda una sociedad. Pero comprender no es aceptar ni justifi car. Esto no nos lo podemos permitir. Un hombre, por mucho crimen que haya cometido, por muy perversa y abominable que haya sido la historia de su recorrido por la vida, es siempre mucho más que su mala conducta. La humanidad que le es inherente no la pierde ni puede, aunque quiera, perderla.Esta manera de concebir y apreciar a todo hombre por su...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR