Decisión de Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Agrario de Carabobo (Extensión Valencia), de 1 de Junio de 2011

Fecha de Resolución 1 de Junio de 2011
EmisorJuzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Agrario
PonenteLucilda Ollarves Velásquez
ProcedimientoCumplimiento De Contrato

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

En su Nombre:

EL JUZGADO PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO

CIVIL, MERCANTIL Y BANCARIO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO CARABOBO

DEMANDANTE: COOPERATIVA BANCO COMUNAL LOS SABIOS, RL

DEMANDADO: LAIMACO C. A.

MOTIVO: CUMPLIMIENTO DE CONTRATO

SENTENCIA: PERENCIÓN DE LA INSTANCIA (INTERLOCUTORIA CON FUERZA DE DEFINITIVA)

EXPEDIENTE: 55.431

Se inicia la presente causa por demanda de CUMPLIMIENTO DE CONTRATO, presentada en fecha 09 de diciembre de 2008 por la ciudadana A.J.P.A., venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nro. V-7.151.148, debidamente asistida por la Abogada M.E. ANTONICO HERNÁNDEZ, inscrita en el Inpreabogado bajo el N° 55.551, actuando en su carácter de Directora General de la COOPERATIVA BANCO COMUNAL LOS SABIOS, RL, que por adecuación a través de asamblea extraordinaria fue inscrita por ante la Oficina Inmobiliaria de Registro de los Municipios Guacara, San Joaquín y D.I. delE.C., bajo el Nro. 48, Tomo 7, Protocolo Primero, Folios del 1 al 9 de fecha 04 de marzo del 2008 y que en principio era denominada Cooperativa de Administración de Recursos La Castellana RL protocolizada por ante la misma Oficina Inmobiliaria, de fecha 13 de noviembre del 2006, bajo el Nro. 43, Tomo 66, Pto: 1, folios 1 al 7; contra la Sociedad Mercantil LAIMACO C.A., inscrita en el Registro Mercantil Primero de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, en fecha 31 de julio del 2001, bajo el Nro. 68, Tomo 59-A, Folios 1 al 8, en la persona del ciudadano J.F.L.C., venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nro. V-9.445.976 y a la Empresa de Seguro MUNDIAL SEGURIDAD Y FINANZAS C.A., inscrita en el Registro Mercantil Primero del Estado Aragua en fecha 21 de mayo de 1997, bajo el Nro. 48; Tomo 45-A, en la persona de su Presidente y Representante Legal ciudadano J.C.P.D., venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nro. V-7.178.179, en su carácter de Fiadora. Anexo al escrito de la demanda, consigna el demandante copia de Acta Constitutiva, copia de Registro de Comercio de la Sociedad Mercantil LAIMACO C.A., copia de Contrato de Obra, copias de comunicaciones emanadas de la Sociedad Mercantil LAIMACO C.A., copia de Cheque de Gerencia, copia de Contrato celebrado con la Empresa de Seguro MUNDIAL SEGURIDAD Y FINANZAS C.A. y copia de comunicación dirigida a la Sociedad Mercantil LAIMACO C.A.

Por auto de fecha 10 de diciembre del año 2008, se le dio entrada a la presente causa asignándole el Nro. 55.431 de la nomenclatura interna llevada por este Tribunal.

En fecha 15 de enero del año 2009, el Tribunal admite la demanda interpuesta, tramitándose por la vía del Juicio Ordinario y ordenándose la citación de la parte demandada.

Ahora bien, revisadas las actuaciones cursantes en autos, se observa que, desde el día 15 de enero del año 2009, fecha en que este Juzgado ordenó librar las correspondientes Compulsas de Citación, hasta el día de hoy 01 de junio del año 2011, la parte actora dejó transcurrir dos (02) años, cuatro (04) meses y diecisiete (17) días sin haber gestionado lo concerniente con la presentación de los recaudos solicitados, acto procesal necesario e indispensable para la trabazón de la litis; y reza la norma contenida en el Artículo 267 del Código de Procedimiento Civil que “Toda instancia se extingue por el transcurso de un año sin haberse ejecutado ningún acto de Procedimiento por las partes…” (Omissis).

El artículo anteriormente señalado establece la figura de la Perención, institución procesal en virtud de la cual opera la extinción de la instancia por la inactividad en el proceso durante el lapso de un año, contado a partir del último acto de Procedimiento.

Comprobado en el caso de autos, que desde el 15 de enero del año 2009, fecha en que este Juzgado ordenó librar la correspondiente Compulsa de Citación, hasta el día de hoy 01 de junio del año 2011, la parte actora dejó transcurrir dos (02) años, cuatro (04) meses y diecisiete (17) días sin haber efectuado ningún acto para continuar impulsando el proceso, resulta pertinente, por ministerio de la norma antes transcrita, declarar consumada la PERENCIÓN en la presente causa y ASÍ SE DECIDE.

Lo expuesto se sustenta en sentencia proferida en fecha 01-06-2.001, por el Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional, caso FRAN VALERO GONZÁLEZ y M.P.M.D.V., contra el Juzgado Superior Segundo Accidental en lo Civil, Mercantil, del Tránsito, del Trabajo y de Menores de la Circunscripción Judicial del Estado Táchira, expediente N° 1.491, Magistrado-Ponente: JESÚS EDUARDO CABRERA ROMERO, de la cual se transcriben los siguientes párrafos:

“Corresponde a esta Sala hacer las siguientes distinciones:

El Código de Procedimiento Civil establece la institución denominada perención de la instancia.

Dicho Código señala que toda instancia se extingue por el transcurso de un año sin haberse ejecutado ningún acto de procedimiento por las partes (artículo 267); y agrega, que la inactividad del juez después de vista la causa, lo que se entiende que es solo con relación al fallo de fondo, no producirá la perención. Ella tampoco tendrá lugar cuando el proceso se encuentre en consulta legal, ante el juez que ha de conocerla (artículo 270 del Código de Procedimiento Civil).

En su esencia, tal disposición persigue sancionar la inactividad de las partes (de todos los litigantes), y la sanción se verifica de derecho, la que no es renunciable por las partes, tal como lo señala el artículo 269 del Código de Procedimiento Civil.

El efecto de la perención declarada es que se extingue el proceso, por lo que ella no ataca a la acción, y las decisiones que produzcan efectos, y las pruebas que resulten de los autos, continuarán teniendo plena validez. Simplemente, la perención finaliza el proceso, el cual no continuará adelante a partir de la declaratoria de aquélla.

Como la acción no se ve afectada por la perención, la demanda puede volverse a proponer, y si con ella (la perimida) se hubiere interrumpido la prescripción, tal interrupción sigue produciendo efectos.

Por tratarse de una “sanción” a la inactividad de las partes, la perención, una vez verificado el supuesto que la permite, puede declararse de oficio, sin que valga en contra que las partes o una de ellas actuó después que se consumieron los plazos cuando se produjo la inactividad. Esta última puede tener lugar cuando no se insta o impulsa el proceso en un lapso legal establecido, o cuando el demandante no realiza una actividad específica en determinados plazos (caso del artículo 354 del Código de Procedimiento Civil, por ejemplo) a la cual lo requiere el Tribunal, a instancia de su contraparte; o cuando debiendo comparecer a una determinada actuación, no lo hace (artículos 756 y 758 del Código de Procedimiento Civil). De estas dos posibilidades para los fines de este fallo, a la Sala le interesa la primera de ellas: la perención que nace por falta de impulso procesal propio.

Estos términos no son otros que los indicados en el artículo 267 del Código de Procedimiento Civil:

El transcurso de un año sin haberse ejecutado ningún acto de procedimiento por las partes.

1) El transcurso de treinta días desde la fecha de admisión de la demanda, sin que el demandante hubiere cumplido las obligaciones que le impone la ley para que sea practicada la citación del demandado.

2) El transcurso de treinta días a contar desde la fecha de la reforma de la demanda, realizada antes de la citación del demandado, si el demandante no hubiese cumplido con las obligaciones que le impone la ley para que sea practicada la citación del demandado.

3) El transcurso de seis meses contados desde la suspensión del proceso por la muerte de alguno de los litigantes (artículo 144 del Código de Procedimiento Civil), o por haber perdido el carácter con que obraba, sin que los interesados hubiesen gestionado la continuación de la causa, ni dado cumplimiento a las obligaciones que la ley les impone para proseguirla.

Sin embargo, el principio -enunciado en el artículo 267 aludido- de que la perención no corre después de vista la causa, no es absoluto, ya que si después de vista la causa, se suspende el proceso por más de seis meses, por la muerte de alguno de los litigantes o por la pérdida del carácter con que obraba, sin que transcurrido dicho término los interesados gestionen la continuación de la causa, ni cumplan las obligaciones que la ley les impone para proseguirla, perimirá la instancia, así ella se encuentre en estado de sentencia, ya que el supuesto del ordinal 3° del artículo 267 no excluye expresamente la perención si la causa ya se ha visto, y realmente en estos supuestos (ordinal 3°), la inactividad procesal es atribuible a las partes, por lo que ellas deben asumir sus consecuencias.

Por ello, el ordinal 3° del artículo 267 del Código de Procedimiento Civil al señalar: “También se extingue la instancia”, no distingue en qué estado ella se encuentra, en contraposición con los otros ordinales de dicha norma, y con el enunciado general de la misma....” (Omissis).

Acatando la doctrina pacífica supra citada, y en virtud de que los supuestos de hecho narrados al inicio, se subsumen en sus postulados, es obligado para esta Sentenciadora concluir que en la presente causa se ha consumado la PERENCIÓN ANUAL, supuesto contenido en el primer aparte del artículo 267 del Código de Procedimiento Civil, y ASÍ SE DECIDE.

En mérito a lo antes expresado, este Tribunal Primero de Primera de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, administrando Justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, declara la PERENCIÓN DE LA INSTANCIA en la presente demanda por CUMPLIMIENTO DE CONTRATO, incoada por la ciudadana A.J.P.A., debidamente asistida por la Abogada M.E. ANTONICO HERNÁNDEZ, actuando en su carácter de Directora General de la COOPERATIVA BANCO COMUNAL LOS SABIOS, RL, contra la Sociedad Mercantil LAIMACO C.A., en la persona del ciudadano J.F.L.C. y a la Empresa de Seguro MUNDIAL SEGURIDAD Y FINANZAS C.A., en la persona del ciudadano J.C.P.D., todos anteriormente identificados, de conformidad con lo establecido en el Artículo 267 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con el Artículo 269 eiusdem, y ASÍ SE DECIDE.

No hay condenatoria en costas de conformidad con lo establecido en el Artículo 283 del Código de Procedimiento Civil.

Publíquese y déjese copia.

Dada, firmada y sellada en la sala de Despacho del Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, En Valencia, al 01 día del mes de junio del año 2011. Años 201° de la Independencia y 152° de la Federación.

LA JUEZA TEMPORAL,

ABOG. LUCILDA OLLARVES VELÁSQUEZ

LA SECRETARIA TITULAR,

ABOG. R.V. ANGULO AGUILAR

En la misma fecha se publicó la anterior decisión, siendo las 09:05 de la mañana

LA SECRETARIA TITULAR

ABOG. R.V. ANGULO AGUILAR

Expediente Nro. 55.431

LOV/mfb.-

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