El corazón en los pobres

Un hogar pobre, en el que sólo alcanza el dinero para comer, no es ese rancho en el cerro. En Caracas y en las grandes zonas urbanas de Venezuela la mayoría de los habitantes tiene un ingreso mensual que le permite comprar la comida y pagar los servicios, y eso los convierte en No Pobres. Así dicen las cifras oficiales y las privadas. Los pobres venezolanos es tán en otro lugar: en los campos con vaho de mastranto, en los caseríos a orilla de río, en los poblados que no tienen escuelas cerca, en las invasiones con piso de tierra. Están, también, en un sitio que no necesita mapas: en el rincón polvoriento de la resignación. Hasta allí caminó Hugo Chávez, les acercó la mano y los invitó a salir. Nos hemos superado, he mos estudiado, estamos en las comunidades; Él es padre, amigo, hermano. Un revolucionario que se preocupa por los niños y las mujeres pobres; Presidente, aquí lo espera no sólo Venezuela, Latinoamérica, el mundo, sino todos los pueblos oprimidos que, gracias a su voz, aliento, trabajo y sacrificio, han salido adelante. Así hablan algunos entrevistados en la propaganda con carácter religioso que transmite Venezolana de Televisión día y noche. Son voces que redundan en uno de los logros más claros y reconocidos de los 14 años de gobierno de Chávez: la disminución de la pobreza. En 1998 encontró la cifra en 55,4%; la dejó en 27%. No es sólo un tema de bolsi llos y billetes: es un asunto de aspiraciones. Aquí intervinieron Chávez y su autobiografía, cientos de veces narrada en cadena de radio y televisión; Chávez y su infancia con cena a base de mangos porque no había dinero para más: Yo fui un niño feliz. Por eso veo a los niños pobres y tristes y se me parte el alma. Yo fui un niño feliz. Muy pobre, descalzo, en alpargatas, vendiendo dulces en la esquina de la plaza, pero feliz. Montado en una mata de naranja, comiendo mangos, comiendo naranjas. Yo nací en una casa de palma, con mucha honra lo digo, de piso de tierra, de pared de bajareque y de palma. Con mucha honra lo repitió durante años para inmunizar a sus se guidores con un vínculo que derivó en una frase definitiva: Chávez eres tú. La sintonía del Presiden te con los venezolanos no es sólo con los pobres, sino con los sectores populares porque hay muchos que, estrictamente hablando, no están en situación de pobreza, pero sí de empobrecimiento; son esos cuyas aspiraciones de ascenso social fueron largamente amasadas en las décadas de los sesenta y setenta, y fracasaron...

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