Jóvenes coreógrafos regresan para romper paradigmas

Hace 27 años nació la idea del Festival de Jóvenes Coreógrafos. A través del tiempo, la iniciativa ha buscado moldearse a las necesidades y demandas del acontecer dancístico nacional de cada época. A decir de Carlos Paolillo, uno de sus impulsores, no tendría sentido de otra manera, pues es fundamental que las plataformas culturales existentes sepan leer entrelíneas lo que el presente revela. A lo largo de 27 años, el fes tival ha pasado por varias etapas. Al principio fue una actividad sin pretensiones. La necesidad del momento era generar un espacio para bailarines que querían expresarse creativamente y no tenían dónde hacerlo. Así fue hasta fi nales de los ochenta, cuando se convirtió en un encuentro referencial con invitados internacionales, señala Paolillo, su director general. En su más reciente edición, que comenzó la semana pasada con el título In-dividuos, miniaturas signifi cantes, vi siones del signo y el cuerpo Verso, el festival dio un giro notorio en su programación. Este año, los organizadores optaron por un grupo de seis creadores, casi todos cursantes del quinto semestre de Danza Contemporánea en la Universidad Experimental de las Artes, que le hace guiño a propuestas que involucran al movimiento, desde luego, pero que se atreven a más. Las piezas de los jóvenes rompen con el molde esteticista y complaciente de los cánones que tradicionalmente defi nen a la danza contemporánea. Sus propuestas son más audaces y experimentales. Ellos desdibujan la línea divisoria del espacio escénico para invitar al público a una experiencia más interactiva y dialéctica...

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