Que me cuenten una de vaqueros

Es posible que Corazón de mi Patria, comandante de todas las comandancias, inepto de todas las ineptitudes, intolerante de todas las intolerancias, fanático de todos los fanatismos, haya muerto sin haber dicho una sola verdad ni siquiera al médico: dijo que le dolía la rodilla.Entre las mentiras que nos dejó está la de Bigotón Pánfilo, un personaje que no puede ser de verdad, independientemente de que tenga o no partida de nacimiento, venezolana o colombiana. Todo él es un embuste, una ficción, venida de otro mundo a través de un pajarito, que ofrece recuento total de votos, reta al adversario a un debate sobre corrupción o plantea que las campañas electorales las pague el Estado y luego aparece silbando iguanas. Se desentiende de lo dicho y ofrece la multiplicación de los penes, sin discurso propio y sin entender el de Corazón de mi Patria, un híbrido entre el estilacho directo y confianzudo de los predicadores evangélicos y la fraseología solemne de José Vicente Rangel, importada de Chile.Tan pronto como Bigotón Pán filo fue informado por el directivo del Sistema de Orquestas ese cargo que ostenta desde el 14 de febrero, día de los enamorados, designado hace cuatro meses ministro de Energía Eléctrica, sobre el apagón del martes pasado, saltó como un resorte a redactar sus tweets con falta de ortografía en uno de ellos para acusar a la extrema derecha, empeñada en debilitar nuestra...

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