El cuerpo transfigurado

Sabido es que, en mucha de la poesía escrita por mujeres, el cuerpo y sus partes se torna en epicentro lírico, para construir o desconstruir desde él.En Caneo Arguinzones Caracas, 1987 asistimos nuevamente a esta verdad, pero con un leve matiz escritural: el cuerpo desde el que se habla o al que se le habla, en algunos casos es el de un insecto. La niñez, que todo lo admira como por primera vez, descubre en todo niño a un entomólogo natural y espontáneo, pero desinteresado en la ciencia, tan sólo centrado en el objeto que atrae su atención coleóptero, lepidóptero, arácnido o simple gasterópodo para acercarse a este con la crueldad que solo los dioses menores son capaces de exhibir.En Zoo: anatomía del insecto Monte Ávila Editores, 2013, libro con el que la autora se hiciera acreedora del Premio en la mención Poesía en el Concurso de Autores Inéditos de 2011, que todos los años organiza la casa editora que lo publica, Arguinzones aborda de forma ingeniosa esta manera de mirar el mundo desde abajo, desde la condición del insecto. El conjunto, más que organizado, aparece desarticulado en once partes que se distribuyen los cuarenta y cuatro textos de manera desigual: desde un íngrimo poema hasta catorce, inclusive. No parece obedecer este cosmos más que a la naturaleza del insecto desmembrado, mencionado por partes Antenas...

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