Cómo cuidar la retina

Funciona como una pantalla de cine a escala mínima.

La retina es el tejido sobre el que se reflejan las imágenes dentro del ojo, se transforman en estímulos nerviosos y se remiten al cerebro.

"Es un tejido neural para el que no se ha conseguido sustituto.

Uno podría decir que la retina es una extensión del cerebro dentro del ojo", explica la oftalmóloga Gema Ramírez. Con los años, es previsible que sus células se desgasten de manera natural, pero también hay otras condiciones que pueden deteriorarla más rápido.

Ramírez se refiere a enfermedades como la hipertensión arterial o la diabetes. "Una persona con niveles altos de glicemia empieza a sufrir poco a poco pequeños cambios en la retina y otros órganos, ya que hay estragos en los vasos capilares más pequeños. Si uno se descuida y no hace nada para controlar su diabetes o su síndrome metabólico, en el curso de 10 a 20 años puede desarrollar una retinopatía diabética que puede causar daños importantes, incluso al punto de una posible pérdida de la visión. Al principio estas personas pueden tener problemas para ver de cerca o de lejos como cambios fluctuantes; otros pueden tener visión borrosa aún con sus lentes habituales, ver imágenes deformes o tener problemas para leer.

Todos son cambios que requieren investigarse", recalca. "La diabetes produce un impacto lento pero progresivo, que muy bien se podría minimizar bajo un control temprano y adecuado".

Quienes tienen hipertensión arterial también deben estar atentos. "En una persona con tensión alta, la visión puede ser borrosa, turbia u oscurecida, y con frecuencia puede haber vasitos

rotos en el ojo". La especialista sugiere tomarse la tensión regularmente, pues la escasez de síntomas de la hipertensión dificulta su diagnóstico. "Cuando no se controla este problema, puede presentarse un infarto en el ojo; hay detalles que se pueden revertir, pero en la mayoría de los casos la visión no queda igual que antes. Por eso es tan importante la prevención".

Pantalla calibrada. Ramírez ex- plica que la retina posee un mecanismo metabólico complejo.

Con una estructura de 10 capas, para sus receptores es vital tener una dieta balanceada y rica en betacarotenos, que son los precursores de la vitamina A y que se obtienen de vegetales y frutas amarillas, como la auyama, el mango o la zanahoria. Cuando hay un déficit de esta sustancia, la persona puede presentar ceguera nocturna, que se traduce en una dificultad para manejar de noche, por ejemplo. "Otra...

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