Y sus culpables

El Presidente se dio el lujo de estrenar en el Zulia la Ley

Habilitante al anunciar la creación de un fondo para la

construcción y reconstrucción de viviendas en las zonas

destruidas por las inundaciones. En este caso, el mandatario

se refirió a los palafitos de Sinamaica y al levantamiento

en esa laguna (de por sí muy contaminada) de 400 nuevas viviendas,

las cuales deberían estar listas en 6 meses, de acuerdo

con lo que ofrecieron tanto un presunto militar barrigón como

el ministro Rafael Ramírez, jefe de Pdvsa.

Lo trágico de todo no reside en el maltrato que el Presidente le

dio en cámara a sus principales colaboradores (la cara de Rafael

Ramírez, de perro apaleado, era todo un poema) sino en el diálogo

que se suscitó entre el jefe y sus subalternos. Con papel y lápiz

en mano, el comandante les increpó: "¿En cuánto tiempo estarán

listos los palafitos?" Y la cámara se dirigió al pobre Ramírez, que

tartamudeó una respuesta incompleta. El otro hombre, el barrigón

de franela rojita, más audaz, dijo: "En seis meses Presidente",

para salir del paso.

Pero el comandante no les dio mucho crédito y repreguntó:

"¿Tienen los reales seguros para eso? No quiero que me vengan

con el cuento de que no hay dinero y todo se atrasa?" El de la

franela roja se quedó en neutro y miró a Ramírez, quien explicó

que esa partida estaba contemplada en un fulano fondo para la

recuperación nacional, lo cual enfureció al comandante.

Imitando al ex presidente Luis Herrera Campins, interrogó:

"¿Dónde están los reales?" Silencio prolongado y luego habló Ramírez

con una vocecita tímida, como de Blancanieves, diciendo:

"Ya los tenemos, Presidente". El comandante lo miró con la condescendencia

que tiene un pote de Baygon con una cucaracha.

Con su mano izquierda anotó algo y tomó aire para bajar el tono

de la paliza.

El Presidente entendió que "carajear" a sus ministros y colaboradores

en público no es lo mejor para su imagen y descendió a

dar una explicación: "Ustedes me perdonan, pero me angustia

que las cosas no marchen al...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR