Un cúmulo de errores en la gestión pública surtió efectos el 26-S
Ante los resultados de las elecciones parlamentarias, Nicmer Evans, politólogo, profesor universitario y militante del PSUV, acota a efectos de su identificación, destaca lo fundamental: los venezolanos no comparten un mismo proyecto de país y se puede inferir una profundización de la polarización política.
Cree que el capitalismo y el socialismo corresponden a dos visiones antagónicas e irreconciliables, por lo cual opina que en Venezuela la conciliación es hipócrita. No le teme a la radicalización de los discursos, pues entiende que dan réditos políticos, pero exige una praxis política coherente: El venezolano no perdona la incoherencia entre el discurso y la acción, como se evidenció con el caso del PPT. Este proceso revolucionario ha tratado de ser lo más coherente posible, pero hay un aspecto en que no lo ha logrado: la transformación de la institucionalidad del Estado para satisfacer las expectativas de los ciudadanos.
En cuanto a las tareas inmediatas del PSUV y el chavismo dice: Entramos en un proceso de revisión extraordinaria, y si esa revisión llega a la renovación, sería mejor.
¿Renovación de qué? ÂDe prácticas, de liderazgos...
¿Y cómo queda el liderazgo único e indiscutible que se le reconoce a Chávez? ÂChávez es el líder máximo, pero también es la suma de los liderazgos locales y regionales.
¿Qué otras cosas se renovarán? ÂMás temprano que tarde tendrá que haber un reacomodo del Gabinete Ejecutivo, de las direcciones de los espacios administrativos. También se deberá revisar el rol de los directivos del partido, y se deberán incorporar al proceso organizaciones distintas al PSUV, en términos de igualdad. Algo así como el Polo Patriótico.
ÂTanto el chavismo como la oposición se proclaman victoriosos.
Â52% la mayoría optó por el proyecto más sólido, por el socialismo bolivariano, que en 1995 apenas contaba con 15% de apoyo.
A pesar de que el PSUV obtuvo más votos que la Mesa de la Unidad, sin duda alguna en este momento hay una disminución del voto a favor del oficialismo y un aumento a favor de la oposición. Se requiere un análisis sincero. Por parte de la oposición, si ese éxito es propio o resultado de un voto castigo. Y por parte del oficialismo, si la merma de respaldo constituye pérdida de apoyo al proceso revolucionario y el liderazgo del presidente Hugo Chávez.
-¿Qué opina en uno y otro caso? ÂCreo que la Mesa de la Unidad fue receptáculo de un voto protesta en cuanto a la eficiencia y calidad de la gestión pública...
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